¡Hola a todos los amantes de la gastronomía! hoy quiero compartir con vosotros mi increíble experiencia en el Restaurante Timón de Roche, ubicado en Conil. Como apasionada de la buena comida, la gastronomía es una de mis pasiones. Y tengo que decir que esta experiencia en el Restaurante Timón de Roche superó todas mis expectativas.
Desde el momento en que llegamos, quedamos impresionados con las vistas espectaculares que ofrece el restaurante. Está situado en un lugar privilegiado, con vistas al mar que quita el aliento. Sin duda, es uno de los aspectos que distinguen al Restaurante Timón de Roche que definitivamente hace muy acertada su elección.
Ya desde la entrada apunta maneras, ya que parece que te embarcas en una aventura en el mar, con toda la decoración marinera que encuentras. El comedor del restaurante parece un camarote de un antiguo barco pirata, de hecho, el techo de la sala principal es el casco de un barco al revés. Esta decoración única y creativa le da al lugar un encanto especial que desde luego te transporta al océano abierto.
Una vez dentro, nos encantó el ambiente del lugar, muy acogedor y relajado al mismo tiempo, desde luego muy apropiado para disfrutar de una comida muy especial.
Por su puesto, la comida no nos defraudó en absoluto. Nuestra elección para el entrante fue “usuzukuri de vieira”, una combinación perfecta de frescura y suavidad, una delicia para empezar a abrir boca. A continuación, nos decidimos por unos carabineros, simplemente perfectos en su punto de cocinado, el tamaño impresionaba y no menos su sabor, menudo disfrute.
Como postre, optamos por la tarta de queso y el carpaccio de piña. No nos decidíamos y como somos demasiados dulzones, quisimos probar los dos. Desde luego la elección no pudo ser mejor, ambos platos fueron un festival de sabores y texturas. La tarta de queso era cremosa y suave, mientras que el carpaccio de piña aportaba un toque refrescante y dulce. Fue el broche de oro perfecto para una comida que desde luego recordaré por mucho tiempo.
Por supuesto, no puedo olvidar mencionar el vino, nuestra elección fue una botella de Fragantia, una variedad de vino Moscatel, con poco alcohol donde la fruta tiene mucho protagonismo, para nosotros fue una elección perfecta, es un vino que resaltó muy bien los sabores del mar de nuestro menú brindándonos una experiencia completa.
La verdad que nuestra visita no nos defraudó en absoluto, la experiencia fue maravillosa, nos tocó una mesa al aire libre en la parte de arriba del restaurante, con un escenario único teniendo como telón, una de las calas más bonitas de Roche, así que desde luego no será la última vez que volvamos, ya que el restaurante es simplemente una elección perfecta.
No puedo esperar a volver y disfrutar otra vez de la magia que se respira en el Restaurante Timón de Roche. ¡Simplemente increíble!